La diferencia entre energía solar térmica y fotovoltaica

Sostenibilidad, respeto al medioambiente, uso de energías renovables… Son términos cada día más famosos. Los encontramos en cualquier medio de comunicación. Incluso, en la política se han hecho con un hueco de lo más relevante. Sin embargo, hace apenas dos o tres décadas casi no se tenían en cuenta. De hecho, a pesar de que hoy en día sean tan sonadas las energías limpias, muchos no saben exactamente cuáles son o en qué se distinguen entre sí. Algo que ocurre, por ejemplo, al hablar de la popular energía solar. ¿Cuál es la diferencia entre energía solar térmica y fotovoltaica? ¿Qué es cada una de ellas? En Amperio, acostumbrados a trabajar con ella, te lo desvelamos a lo largo de este artículo. 

Distinguiendo entre energía solar térmica y fotovoltaica

Dentro de lo que llamamos energías limpias o renovables, una de las que más se ha popularizado es la energía solar. Esta es , como lo dice su nombre, la que procede del sol, ya sea a través de la luz que emite o del calor que emana. Por lo tanto, hablamos de una energía renovable que tiene la misma antigüedad que el propio sol, o sea de siglos y siglos. 

Lo que sucede es que dentro de la energía solar, encontramos dos subtipos diferentes: la energía solar fotovoltaica y la energía solar térmica. Entre ambas, tras la eólica y la hidráulica, son la tercera energía más empleada en España y en 2021 fueron el 8% de la generada en total en nuestro país. Un dato que es un aumento de casi 5 puntos porcentuales con respecto al 2019 y que, según parece indicar la tendencia al alza, continuará creciendo en los próximos años. 

Lo que sí hay que tener claro es que dentro de que ambas proceden del sol, existen diferencias entre energía solar térmica y fotovoltaica. Ambas puedes instalarlas en tu hogar e integrarlas en tu día a día, pero para ello debes conocerlas en profundidad. Así mismo, definimos cada una: 

• La energía solar térmica: es la que procede del calor del sol. Para captarla y transformarla, normalmente, se utilizan paneles solares expuestos al sol. 

• La energía solar fotovoltaica: es aquella que se obtiene al transformar en energía eléctrica la luz del sol. Para ello se emplean paneles fotovoltaicos. 

Precisamente en la definición de cada tipo de energía solar se deja clara la principal diferencia entre ambas: la térmica aprovecha la energía procedente del sol para producir calor y la fotovoltaica, directamente, produce energía eléctrica.

Otras diferencias entre la energía fotovoltaica y la térmica

Teniendo en cuenta esa principal diferencia, hay otra serie de aspectos que distinguen estos dos tipos de energías. A continuación, enumeramos varios puntos en los que se diferencian: 

• La fotovoltaica, como hemos dicho, convierte en electricidad la luz del sol, mientras que la térmica la absorbe y la transforma en calor. 

• La fotovoltaica, al generar electricidad, se puede destinar a múltiples finalidades. La térmica, por el contrario, solo se emplea para calentar agua o sistemas de calefacción, por lo que es menos versátil. 

• La dependencia del clima es mucho mayor para la térmica, puesto que la fotovoltaica aprovecha cualquier tipo de luz solar (directa o indirecta, o sea, días soleados y también nublados). La térmica, en lugares con poco sol y/o bajas temperaturas, apenas puede captar energía, ya que la temperatura puede ser totalmente insuficiente. 

• El almacenaje de cada una de ellas. En el caso de la fotovoltaica, la energía generada se almacena en baterías y circuitos. Por su parte, la energía solar térmica se capta y se guarda en depósitos. 

• El excedente de energía producida, en el caso de la fotovoltaica, se puede reutilizar. ¿Cómo? Incorporándola a la red eléctrica. El calor absorbido pero no empleado por la térmica, si no se emplea, se pierde sin poder ser reutilizado. 

Teniendo claras estas diferencias, es más fácil que comprendamos que, al margen de que ambas son renovables y muy útiles, no tienen mucho que ver. Sobre todo, por el uso que solemos dar a cada una. Mientras que la solar térmica la empleamos básica y únicamente para calentar fluidos (agua y sistemas de calefacción, mayormente), la fotovoltaica nos sirve para alimentar aparatos y motores eléctricos. 

¿Cuál de las dos energías solares es mejor? 

Quizás esta pregunta a estas alturas del artículo no tenga sentido. Antes de haber leído estas líneas, por desconocimiento, es posible que pensaras que hay un tipo de energía solar mejor, más barata y/o más segura. Pero nada más lejos de la realidad. Llegados a este punto, ya habrás visto que no hay una mejor que otra. O, más bien, no se trata de establecer una por delante de otra. 

La cuestión importante en este punto es qué tipo de energía necesitas en función del uso que le vayas a dar a la misma. Pensando en utilizar energías renovables en tu casa, ambas tienen cabida y podrás compaginarlas con instalaciones de tu hogar. Por ejemplo, podrás recurrir a la térmica para calentar toda el agua sanitaria de tu hogar, así como el de la piscina, o tu sistema de calefacción. A la vez, mediante la instalación de paneles solares en tu tejado, podrás generar electricidad para tu hogar. 

Visualmente y en tu casa no habrá dudas tampoco sobre qué tipo de instalación es para cada una. Por un lado, las placas solares se ubican en el techo de tu inmueble y son totalmente seguras para ti y para los tuyos. Son paneles de silicio de sencilla instalación. Además, se instalará un inversor, el cual se ocupará del cambio de corriente continua a corriente alterna, y un contador bidireccional.

Por otra parte, te decimos lo mismo de las bombas de calor. O, por lo menos, de aquellas que instalamos en Amperio. En nuestro caso, las bombas no producen energía, sino que obtienen el calor del ambiente. Es decir, que no exigen que haya ningún tipo de combustión ni generan cenizas o polvo u otros efectos secundarios. En definitiva, la seguridad es total, tanto en la térmica como en la fotovoltaica. 

Las 5 razones para instalar estas dos clases de energía solar

Y para concluir, habiendo diferenciado entre ambas clases de energías solares a lo largo de todo el artículo, vamos a animarte a apostar por ellas para tu hogar. Para ello te vamos a dar las siguientes 5 razones: 

1. La energía solar, ya sea térmica o fotovoltaica, tras llevar a cabo las instalaciones, genera energía de forma gratuita, por lo que a largo plazo resulta mucho más económica. 

2. Ambas energías se pueden emplear en cualquier parte del mundo. Son producto de los recursos naturales e inagotables que nos proporciona el planeta y, aunque por climatología quizás no abunden en ciertos lugares, nunca se van a extinguir. 

3. El excedente de energía que se genere tanto con la fotovoltaica como con la térmica se puede rentabilizar. ¿Cómo? Vendiéndolo y exportándolo a países que quizás no puedan producir tanto a causa del clima. Por ejemplo, España puede ser un gran exportador de energía solar de todo tipo por la gran cantidad de luz y calor solar que recibe y que podría comercializar en zonas del mundo más oscuras y frías.

4. El impacto que generan al planeta es nulo. Además, al utilizar estas energías renovables y limpias estamos dejando atrás otras muy nocivas, y a la vez, finitas, que en algún momento se acabarán.

5. Los expertos y las tendencias de los mercados parecen indicar que en el futuro no habrá dependencia energética de las grandes compañías. Los hogares serán centrales propias generadoras de su energía. Por ello, adaptarse a esta nueva realidad es una recomendación de lo más útil y un motivo de peso para apostar cuanto antes por la energía solar. 

¿Aun dudando sobre lo mucho que te pueden aportar las energías renovables? ¿Pensando en cómo puedes implementarlas en tu casa? Para responder a cualquiera de esas dudas estamos nosotros. Y para ayudarte con su instalación, también. Solo tienes que ponerte en contacto con nosotros. En Amperio te estamos esperando.