Compara ofertas de placas solares como los expertos

Desde hace años se está produciendo una transición energética desde los combustibles fósiles a las energías renovables, este proceso se conoce como descarbonización. Además, en los últimos tiempos se ha producido una revolución de la energía solar, especialmente en España gracias a la derogación del impuesto al sol. 

El auge en este tipo de tecnologías ha llevado a la proliferación de marcas o empresas dedicadas al sector solar, y como consecuencia, también se han multiplicado las diferentes opciones existentes a la hora de elegir un panel u otro para nuestra vivienda. Por lo que debemos tener en cuenta una gran cantidad de factores para decantarnos adecuadamente por uno u otro.

En este post, vamos a enseñarte como comparar ofertas de paneles solares como un experto.

Para ello, te explicaremos los diferentes puntos a considerar, o al menos los más significativos. Pero antes de todo, hay un detalle que no puedes dejar pasar. Siempre que se comparen ofertas de placas solares, hay que tener en cuenta que las células mejoran su eficiencia año tras año, por lo que debemos asegurarnos de que la página en cuestión tiene la información actualizada sobre todas sus especificaciones técnicas.

Ten cuidado también con los artículos falsos. El mercado de las placas solares es muy competitivo, por lo que, si ves que un panel tiene una eficiencia considerablemente superior al resto de fabricantes de la misma gama de precios, es posible que sea falso.

Una vez aclarados estos puntos, examinaremos el resto de factores a tener en cuenta al comparar ofertas de placas solares. Los más importantes serán siempre la eficiencia, el precio por Watio y la degradación. 

Factores a considerar cuando comparas placas solares:

Eficiencia

La eficiencia es algo así como el rendimiento del panel solar, es decir, es la energía que genera el panel respecto a la energía solar total que incide sobre él. Esta eficiencia depende de muchos elementos, como el tipo de célula o su disposición, la orientación del panel solar, las sombras que recibe... Tenemos otro post en el que explicamos detalladamente cómo optimizar el rendimiento de tu instalación de autoconsumo.

A grandes rasgos, existen dos tipos de células orientadas al mercado doméstico: las monocristalinas y las policristalinas.

Los primeros son por lo general más eficientes que los policristalinos, ya que mientras que los policristalinos rondan el 16%, los monocristalinos pueden llegar al 22,7% de eficiencia. Este mayor rendimiento de los paneles monocristalinos implica que requieren menos espacio para alcanzar una potencia determinada. Y, dado que el espacio disponible en un tejado es limitado, es esta condición la que haría que nos decantáramos por las células monocristalinas. 

Sin embargo, hay que romper una lanza a favor de los paneles policristalinos, una que tiene que ver con la temperatura. A los paneles solares no les gustan nada las altas temperaturas porque reducen su eficiencia significativamente. Pues bien, los paneles solares policristalinos tienen una menor pérdida de eficiencia con la temperatura. De este factor, que se le llama el coeficiente de temperatura, hablaremos después más detenidamente.

En último lugar, existe una tercera tecnología: los paneles de capa o lámina delgada. Y es que, aunque su precio es menor también lo es su rendimiento, y, por lo general, su instalación no suele ser recomendable para uso residencial, por lo que los dejaremos de lado en este post.

Precio

Siguiendo con la diferenciación entre monocristalinos y policristalinos. Los primeros tienen un proceso de fabricación más costoso por lo que su precio de venta es algo mayor, sin embargo, debido a su mayor eficiencia y potencia, nos ofrecen una mejor amortización. 

Todo dependerá de la vida útil de la instalación. También es cierto que a medida que la tecnología solar y la fabricación han ido mejorando, ha ido disminuyendo la diferencia de precio entre ambas tecnologías.

Dentro de cada una de las tecnologías se ofertan gran cantidad de gamas de precios acordes a la calidad del panel, es importante remarcar esto. Un panel solar puede ser muy barato pero su eficiencia va en concordancia con el precio, por lo que la electricidad producida por estos puede llegar a ser muy inferior a un panel de alta calidad. 

Además, estos paneles de baja calidad, a largo plazo necesitan más mantenimientos y reparaciones, e incluso su rendimiento puede verse comprometido. Con la dificultad añadida de que, si el proveedor es extranjero, puede ser complicado no encontrar un servicio técnico que realice estas funciones. Por último, puede que las garantías ofrecidas por el fabricante sean insatisfactorias.

Índice de degradación anual

Otro factor de gran relevancia a la hora de decantarse por una placa solar u otra es su “desgaste”, o lo que es lo mismo: la capacidad de producción, o el rendimiento que va a perder cada año.

Cuando invertimos en placas solares, al igual que cuando realizamos otras compras para el hogar, uno de los factores más importantes a la hora de decidir a dónde va nuestro dinero es la durabilidad del producto. Como es lógico, una placa solar será económicamente rentable tan sólo si conseguimos amortizar la inversión a lo largo de los años de vida útil.

Un índice de degradación que se considera óptimo se sitúa en torno al 0,5% anual. Esto quiere decir que, cuando tus placas cumplan una década, habrán perdido tan sólo el 5% de su rendimiento inicial. Su vida útil total sería, por lo tanto, de unos 30 años, ya que una vez perdiera un 15% del rendimiento habría que ir pensando en sustituirla.

Todo índice de degradación inferior al 0,5% a priori nos convendría más, pero aquí hay un segundo factor al que tienes que prestar atención: las garantías. Si la garantía es inferior a 15 o 20 años, puede que esta opción no nos compense. 

Garantía 

Cuando hablamos de garantía, nos podemos referir a dos tipos.

Garantía de producto

Esta garantía es la misma que la de un ordenador o móvil, y hace referencia a la capacidad del panel solar de no deteriorarse. Es decir, cuánto tiempo nos asegura el fabricante que nuestra instalación de autoconsumo va a seguir funcionando, dentro de unas condiciones de uso normales. Las garantías en placas solares depende principalmente de la calidad del equipamiento asociado al panel, como el cableado, así como del panel en sí mismo. Una buena garantía de este tipo debe ser, al menos, de 12 años.

Garantía de producción

Tiene más que ver con el factor del que hablábamos anteriormente, es decir, con el rendimiento o eficiencia de la placa solar. Esta garantía es la que nos asegura la cantidad de energía que nuestra instalación producirá según la radiación que reciba. 

Tamaño 

El tamaño tiene mucho que ver con la optimización del espacio, y es que lógicamente, a mayor tamaño mayor potencia será capaz de generar un panel fotovoltaico. 

Sin embargo, a veces nos conviene tener cuatro paneles algo más pequeños que tres grandes, ya que la superficie sumada de todos ellos puede ser mayor en el primer caso. Además, cuanto más grande sea un panel, más pesado y difícil será de manejar, lo que puede incrementar el coste de la instalación, por necesitar de una grúa para su colocación, por ejemplo.

Debido al mayor peso también puede verse afectada la estabilidad estructural del panel, es decir, los paneles de mayor tamaño se pueden doblar más fácilmente, provocando efectos no deseados que reduzcan la producción de energía como puntos calientes o microrroturas. Por todo esto es muy importante dimensionar bien una instalación de autoconsumo.

Potencia

Cuando comparamos diferentes paneles tendemos a fijarnos en la cifra de la potencia indicada. Esta, hace referencia a la potencia máxima o pico que bajo condiciones óptimas es capaz de ofrecer un panel en un determinado momento, estas condiciones no se van a cumplir normalmente. 

Aunque es una buena referencia para saber el potencial que tiene una placa solar. No te olvides de mirar la potencia media y recuerda que siempre tiene que estar vinculada al tamaño del panel. Un panel grande puede tener una gran potencia, pero requiere de mucho espacio para producirla del que igual no dispones, recuerda que en este caso la eficiencia es mucho mejor indicativo de la cantidad de energía que produciremos por metro cuadrado de placa.

Coeficiente de temperatura

Anteriormente indicábamos que este factor también es importante a la hora de realizar la elección entre placas solares, a pesar de ser generalmente desconocido por el público. En España resulta especialmente significativo, ya que tiene que ver con la temperatura, lo que afecta particularmente a lugares cálidos y soleados. 

Así, el coeficiente de temperatura indica el calor que puede ser soportado por la placa antes de que comience a perder rendimiento. Como ya veníamos diciendo, el calor no es un factor que aumente la producción de la instalación, sino todo lo contrario. Los elementos con los que se fabrican las placas, como el cableado o las piezas metálicas, son sensibles a temperaturas muy elevadas, pudiendo llegar a recalentarse si superan los 25 ºC. Por encima de estas temperaturas, la degradación de los paneles se acelera. 

Por lo tanto, un coeficiente de temperatura adecuado se sitúa en torno al 0,35%, lo que permite tener un equilibrio entre mantener la capacidad de producción durante las horas centrales del día, y cuidar del estado de las placas para que duren lo máximo posible.

Conclusión

A modo de resumen, generalmente las células monocristalinas, aunque algo más caras, suelen ser más recomendables que las policristalinas. Comprar paneles de buena calidad hará que a largo plazo ahorres más que con unos paneles baratos de peor calidad.
En cuanto al tamaño, lo más importante es dimensionar adecuadamente la instalación, de acuerdo con el espacio que tengas disponible.

Por último, asegúrate de contar con garantía del fabricante y con un adecuado índice de degradación y coeficiente de temperatura, aunque los paneles de buena calidad suelen cumplir estos requisitos sin problemas. Y ahora sí, puedes comenzar tu búsqueda como un verdadero experto.